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La nueva presidenta de izquierda de Honduras, Xiomara Castro, pronunció un potente discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas denunciando el colonialismo, la “injusticia neoliberal” y las empresas extranjeras que han explotado a su país.
Haciendo un llamado a un mundo multipolar, la mandataria hondureña declaró: “Nunca más cargaremos con el estereotipo de república bananera. Terminaremos con los monopolios y los oligopolios que solo empobrecen nuestra economía”.
“Honduras solo tendrá futuro si da pasos en firme para el desmontaje de la dictadura económica neoliberal”, afirmó.
Castro (sin relación con Fidel Castro de Cuba) también condenó el violento golpe militar derechista que Estados Unidos patrocinó en Honduras en 2009, que derrocó al presidente que fue elegido democráticamente, Manuel Zelaya – el esposo de Castro.
“Las naciones pobres del mundo, ya no soportamos golpes de estado; no soportamos el uso del lawfare, ni revoluciones de colores, usualmente organizadas para expoliar nuestros vastos recursos naturales”, proclamó.
Mandataria hondureña llama a un mundo multipolar
El discurso del 20 de septiembre fue la primera vez que la presidenta hondureña se dirigió a las Naciones Unidas desde que asumió el poder en enero.
Con un traje rojo brillante – el color de su partido socialista, el Partido Libertad y Refundación, o Partido Libre – Castro enfatizó: “Es tiempo de discutir seriamente la multipolaridad del mundo”.
Exigió el fin del “infame y brutal bloqueo” del gobierno de EEUU contra Cuba, y agregó que “se debe de terminar la agresión contra la República Bolivariana de Venezuela”.
Castro también criticó a las instituciones financieras internacionales dominadas por Estados Unidos que han atrapado a su país en una deuda odiosa impagable e impuesto devastadoras políticas neoliberales de austeridad.
“Es evidente que hoy, para que nuestro país sobreviva, debemos rechazar esa presunta austeridad que premia a los que concentran la riqueza en pocas manos y aumenta la desigualdad de forma exponencial”, dijo.
Xiomara Castro denuncia 13 años de regímenes golpistas respaldados por EEUU
Tras el golpe de 2009, respaldado por Estados Unidos, Honduras se convirtió en uno de los países más violentos del mundo. Esto creó una crisis que convirtió a cientos de miles de hondureños en refugiados y migrantes.
Castro usó su discurso en la ONU para explicar la importancia de su aplastante victoria en las elecciones de noviembre de 2021 y sus esfuerzos para revertir esta catástrofe social:
Comparezco ante esta tribuna mundial en lo que para mi país significa un hecho histórico, no solo porque soy la primera mujer que tiene el honor de dirigir nuestra nación centroamericana, sino que también represento el primer gobierno electo democráticamente después de transitar 13 años de dictadura.
El golpe de estado del 2009, cargado de crueles asesinatos y escuadrones de la muerte, dos fraudes electorales, una pandemia y dos huracanes.
Es imposible entender a las hondureñas y hondureños y las grandes caravanas de migrantes sin reconocer este contexto de cruel sufrimiento por el que nos ha tocado atravesar.
Pero la democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual de nuestro pueblo. 13 años de dictadura, tutelada por la comunidad internacional, nos llevó al país a multiplicar su deuda pública por seis veces, y alcanzar la tasa del 74% de pobreza, la tasa más alta en la historia de Honduras.
Cinco de cada 10 de mis compatriotas viven en pobreza extrema. Pero tengo claro que ninguna de estas cifras impresionan a nadie en el mundo que hoy vive bajo la dictadura monetaria, que a los más pobres se les impone medidas draconianas de disciplina fiscal, que aumenta el sufrimiento de las mayorías postergadas. Y el capital especulativo no tiene límites.
La lideresa hondureña fue especialmente crítica con las instituciones internacionales que no hicieron nada cuando el régimen golpista robó numerosas elecciones durante 13 años.
“Ninguno de los observadores de las elecciones fraudulentas de 2013 y 2017 desconocía a qué condenaban a nuestro pueblo. Al contrario, se mostraron indiferentes ante la peor plaga que ha asolado jamás a nuestro país”, dijo.
“La soberbia del capital y del interés mezquino hizo a muchos optar por el engaño, mientras el crimen organizado llevaba al país al desfiladero”, agregó.
Honduras está atrapada en una deuda odiosa e impagable
En la ONU, Castro enfatizó cómo el régimen golpista respaldado por Estados Unidos había atrapado a su empobrecida nación en deudas.
Multipolarista informó anteriormente sobre el discurso de toma de posesión de Castro el 27 de enero, en el que criticó al régimen golpista que había “hundido” al estado en deuda, dejándolo en “bancarrota” y una “catástrofe económica”.
En el momento del golpe de 2009, Honduras tenía una deuda externa de $2,48 millones de dólares. A fines de 2021, su deuda externa se disparó a $9,25 mil millones, un aumento del 373%.
La deuda interna de Honduras también creció drásticamente, de aproximadamente $810 millones en 2009 a alrededor de $7.3 mil millones cuando Castro asumió el poder en enero de 2022.
Con un PIB de solo $23,8 mil millones y más de $16,5 mil millones en deuda, esto significa que la deuda de Honduras es el 70% de toda su economía.
Castro denunció esta deuda odiosa como ilegítima e impagable, y señaló que ya consume el 50% del presupuesto del gobierno.
En la ONU, Castro dijo que los países ricos del Norte Global atrapan a las naciones del Sur con deuda, extraen sus riquezas y las usan para vivir un estilo de vida de excesos.
“Las naciones industrializadas del mundo son las responsables por el grave deterioro del ambiente, pero nos hacen pagar a nosotros por su oneroso estilo de vida. Y para ello, no escatiman nada para asumirnos en sus planes, y en una crisis sin fin, pretendiendo que estamos atados de pies y de manos”, declaró.
“Las políticas públicas, avaladas por el modelo rentista desde la comunidad financiera internacional durante los últimos 13 años, nos arrastraron a un mundo cargado de violencia y pobreza, con proyectos fallidos, abandonados, corrupción, saqueo y narcotráfico”, añadió.
Castro enfatizó que esta explotación económica extrema alimentó la pobreza y la violencia, lo que empujó a muchos hondureños a abandonar el país.
“Cada caravana de inmigrantes que sale huyendo de la dictadura que se montó por más de una década es una dura pérdida para nuestro país y para sus familias. Los números nos indican que este proceso de éxodo, provocado por la injusticia neoliberal, genera más desempleo y nos amarra indeseablemente a la dependencia”, lamentó.
Ambiciosos planes para la ‘refundación’ progresiva de Honduras
La presidenta hondureña describió las ambiciosas metas de su gobierno para transformar el país.
Dijo que su administración está tomando medidas contra la evasión de impuestos, fortaleciendo el mercado interno y utilizando la industrialización por sustitución de importaciones para desarrollar la economía local.
Al enfatizar la necesidad de la soberanía alimentaria, Castro dijo que Honduras está renegociando acuerdos de libre comercio, mientras amplía los servicios sociales y subsidia las facturas de energía para los pobres.
Describió el programa revolucionario de su partido:
En Honduras, mi gobierno ha comenzado un proceso de refundación y cambio profundo, que se basa en cuatro pilares fundamentales:
Primero, la transformación revolucionaria de la educación, elevar el espíritu humano y terminar con el colonialismo.
[Segundo], construir un modelo económico alternativo profundamente soberano.
Tercero, construir un sistema cuyo centro es la exaltación del humanismo, la solidaridad, la integración con pueblos hermanos, la paz y el respeto a los derechos humanos.
Cuarto, la desprivatización progresiva de los servicios públicos, como salud, agua potable, la energía eléctrica, y el internet.
Castro advierte sobre más complotes golpistas
Aunque el golpe de 2009 en Honduras finalmente se revirtió en noviembre de 2021, Castro advirtió que los oligarcas capitalistas están conspirando una vez más contra su gobierno electo.
“Se fomentan conspiraciones entre los mismos sectores que saquearon el país y sus aliados golpistas, envalentonados por la descarada actitud antidemocrática, algunas veces disfrazada de diplomacia”, advirtió.
Castro hizo un llamado a las potencias extranjeras para que dejen de entrometerse en los asuntos soberanos de su país.
“Tomo esta tribuna para exigir que se nos respete. Queremos vivir en paz. No sigan tratando de desestabilizar a Honduras, y dictarnos sus medidas, o escoger con quienes debemos de relacionarnos. El pueblo es soberano”, dijo.
Estos comentarios en particular parecían ser una referencia a la nueva guerra fría de Washington contra China.
Honduras es uno de los 13 países del mundo que reconocen a Taiwán como un país independiente. Pero antes de las elecciones de noviembre de 2021, Castro había prometido que, si ganara, rompería los lazos y reconocería a la República Popular China.
Taiwán y sus patrocinadores estadounidenses han ejercido una fuerte presión sobre Honduras para que mantenga sus relaciones diplomáticas formales.
Castro condenó la arrogancia de los poderosos países imperialistas del Norte Global, que tratan a naciones como Honduras como “tercera y cuarta categoría”.
“Nos resulta inaceptable este orden mundial arbitrario en el que existen países de tercera y de cuarta categoría, mientras que los que se creen civilizados no se cansan de hacer invasiones, guerras, especulaciones financieras, y crucificarnos con su inflación una y otra vez”, dijo.
La mandataria hondureña agregó: “Cada milímetro de la patria que usurparon en nombre de las sacrosanta libertad del mercado, seres y otros regímenes de privilegio, fue irrigado con sangre de los pueblos originarios”.
